En las altas montañas de Costa Rica, donde el aire es fresco y la extensión esmeralda se extiende hasta donde alcanza la vista, habita un pequeño pájaro con un secreto ardiente: la Reinita Gorjiflama. Aquí, en nuestro refugio de montaña ubicado en medio de la Cordillera de Talamanca, puede que tengas la suerte de ver a esta vibrante ave cantora revoloteando por el dosel.
Con un tamaño de apenas 12 cm, la Reinita Gorjiflama es una maravilla de colores contrastantes. Sus partes superiores de color gris pizarra, casi negras en el dorso, lores y alrededor del ojo, crean un contraste sorprendente con la ráfaga de naranja vibrante que adorna su garganta y pecho. Esta mancha ardiente, que recuerda a una llama parpadeante (¡de ahí su nombre!), se extiende hasta la parte superior del vientre, donde da paso a un blanco impoluto.
Si bien los machos lucen una máscara negra ligeramente más extendida, el plumaje de ambos sexos es bastante similar. Los juveniles, sin embargo, carecen de la vibración ardiente de los adultos. Sus partes superiores son de un marrón más opaco y sus partes inferiores están bañadas en un tono más apagado, con solo un leve indicio del fuego por venir.
Presta atención mientras exploras los senderos de montaña. El llamado de la Reinita Gorjiflama es un “chit” agudo, una breve explosión de sonido que podría despertar tu curiosidad. Pero si eres realmente afortunado, podrás escuchar su canto único: una melodía zumbante que comienza con un “pi pipipipi” claro antes de terminar en un “shwaaaa” prolongado. Es un sonido inolvidable que complementa perfectamente la personalidad fogosa de este pajarito.
Hábitat:
La Reinita Gorjiflama es un reproductor residente en los bosques montañosos de Talamanca, ¡justo donde se encuentra nuestro refugio! Prefiere el dosel superior, los bordes de los bosques y los claros con árboles, viviendo generalmente entre 2.100 metros (6.900 pies) hasta el límite forestal. Durante la estación húmeda en la vertiente caribeña, puede descender hasta los 1.400 metros (4.600 pies).
¡Mantén los ojos bien abiertos!
Si bien estos pequeños petardos pueden ser difíciles de detectar debido a su tamaño y preferencia por la copa superior, su plumaje vibrante y su canto único pueden delatarlos. Con un poco de paciencia y un ojo atento, quizás puedas ver a la Reinita Gorjiflama deslizándose entre los árboles, un destello de fuego contra el fondo esmeralda de las tierras altas costarricenses.
Para Explorar Más:
Si deseas aprender más sobre la Reinita Gorjiflama u otros residentes aviarios de Costa Rica, asegúrate de conversar con nuestros naturalistas en el lugar. Estarán encantados de compartir sus conocimientos y ayudarte a detectar estas maravillas emplumadas durante tu estadía en nuestro refugio de montaña.
Entonces, ¡ven a explorar los bosques nubosos de Costa Rica con nosotros! Con un poco de suerte, te encontrarás con la deslumbrante Reinita Gorjiflama, una muestra ardiente en medio del aire fresco de la montaña.
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.






