En nuestro retiro de montaña costarricense, nos enorgullece la sinfonía natural que nos rodea. Desde los estruendosos cantos del Quetzal resplandeciente hasta los silbidos melódicos del Aracari acollarado, nuestro refugio rebosa de maravillas aviares. Hoy, centramos nuestra atención en una deslumbrante joya que adorna nuestros bosques de montaña: la Picaflor Gorjiplata.
Un Destello de Esmeralda y Blanco
La Picaflor Gorjiplata (Lampornis castaneoventris) es un colibrí endémico de las montañas de Costa Rica y el oeste de Panamá. Esta gema de tamaño mediano revolotea por el aire de la montaña, un destello verde esmeralda con marcas llamativas.
Los machos son las verdaderas estrellas del espectáculo. Su cuerpo brilla con plumas verdes iridiscentes, mientras que su garganta luce una mancha blanca audaz, que le da su nombre. Una fina línea blanca se extiende detrás de sus ojos, agregando un toque de elegancia. Pero la joya de la corona, literalmente, es su cabeza. En las partes orientales de su área de distribución, la picaflor luce una corona azul deslumbrante, mientras que sus contrapartes occidentales lucen un gris más frío.
El Sexo Más Justo
Las hembras, aunque no son tan vibrantes, no por ello son menos hermosas. Sus partes inferiores son de un color beige cálido, que contrasta maravillosamente con una mancha negra en la mejilla. Conservan la línea blanca reveladora detrás del ojo, una característica útil para los observadores de aves que las distinguen de su pariente cercana, la Picaflor Gorjivioleta. Sin embargo, una buena mirada a las plumas de la cola es clave para una identificación definitiva. La Picaflor Gorjiplata tiene una cola bronceada más apagada en comparación con la variedad de garganta violeta.
Un Habitante del Bosque con Diente Dulce
Estos colibríes habitan principalmente en los bosques de montaña, revoloteando entre las flores y los árboles. Se aventuran fácilmente a los bordes del bosque y a los jardines, lo que los convierte en visitantes encantadores de los terrenos de nuestro retiro. Los observadores entusiastas incluso podrían detectarlos en comederos, ya que su pico largo y delgado está perfectamente adaptado para beber el néctar de las plantas con flores.
Un Tesoro para Contemplar
La Picaflor Gorjiplata es una verdadera gema de las tierras altas costarricenses. Con su plumaje deslumbrante y su vuelo enérgico, agregan un toque de magia a nuestro paraíso montañoso. Ya sea un observador de aves ávido o simplemente alguien que aprecia la belleza de la naturaleza, esté atento a estas joyas de esmeralda en su próxima visita a nuestro retiro de montaña. ¡Con un poco de paciencia y un ojo atento, podrá ser recompensado con un vistazo a este magnífico colibrí!
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.






