En lo alto de las montañas costarricenses, donde el aire se torna fresco y el abrazo esmeralda de la selva tropical da paso a imponentes pinos y abetos, reside un diminuto cantor con una voz que desafía su tamaño. Se trata del Gorrión Lincoln, un visitante encantador que adorna nuestras tierras altas durante su migración invernal.

Si bien no es tan común como algunos de sus primos costarricenses de colores llamativos, el encanto del Gorrión Lincoln radica en su sutileza y dulces melodías. Para aquellos que buscan un encuentro fortuito con esta criatura encantadora, mantengan los ojos bien abiertos (y los oídos atentos) durante los meses más fríos, de noviembre a abril.

Un Maestro del Camuflaje

El Gorrión Lincoln es un maestro del camuflaje. A diferencia de los tucanes de colores vibrantes o los motmots con patrones ornamentales que habitan Costa Rica, este gorrión adopta una paleta de marrones, beige y grises. Esta coloración críptica le permite mimetizarse perfectamente con el suelo del bosque y el sotobosque que prefiere, lo que lo convierte en un verdadero desafío para detectar.

Busque Estas Pistas

¡Pero no teman, observadores de aves pacientes! Hay formas de aumentar sus posibilidades de avistar un Gorrión Lincoln. Aquí hay algunas características clave que debe buscar:

• Tamaño y Forma: De tamaño mediano y constitución delicada, el Gorrión Lincoln tiene una cabeza y vientre redondeados. Cuando está posado, puede levantar las plumas de su corona, creando una apariencia puntiaguda o crestada.
• Coloración: Busque un ave con un pecho y flancos de un beige intenso, delicadamente rayados con finas líneas negras. Esto se transforma en un vientre blanco. El dorso es de color marrón estriado, beige y gris, con bordes rojizos en las alas y la cola.
• Rasgos Faciales: La cara es un lienzo de marcas sutiles: una raya del bigote beige bordeada por finas líneas marrones, un círculo ocular beige claro, una ceja gruesa gris y una línea ocular oscura. La corona está rayada de marrón y negro con una raya gris central.

Un Canto Hechizante

Si bien avistar a un Gorrión Lincoln puede ser un desafío gratificante, el verdadero tesoro reside en su canto. A menudo descrito como “dulce” y “similar al de un reyezuelo”, se trata de una serie de notas claras y silbadas con un toque de trino. Imagine una melodía delicada y brillante a la vez, perfecta para el aire fresco de la montaña.

Esté atento al canto del Gorrión Lincoln que emana del sotobosque, cerca de los arbustos o a lo largo de los límites del bosque. Con un poco de paciencia, quizás tenga la suerte de ver a este encantador cantor posado en una rama baja, su belleza sutil revelada momentáneamente antes de desaparecer nuevamente entre el follaje de la montaña.

Un Tesoro Pasajero

El Gorrión Lincoln es un visitante migratorio en Costa Rica, que adorna nuestras tierras altas solo durante una parte del año. Pero su presencia agrega un toque de magia al ecosistema montañoso. Entonces, la próxima vez que se encuentre en medio del abrazo fresco de las tierras altas de Costa Rica, mantenga los ojos abiertos y los oídos atentos. Es posible que sea recompensado con un vistazo de este encantador gorrión y su canto hechizante.

Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.