Aunque Costa Rica cuenta con un vibrante tapiz de aves residentes, algunos amigos emplumados sólo nos honran durante sus viajes migratorios. Uno de estos visitantes es el zorzal acuático de Luisiana, un alegre pájaro cantor que honra nuestros arroyos de montaña con su presencia de marzo a septiembre.
Un maestro de los musgos
Imagina un diminuto torpedo marrón y blanco lanzándose a lo largo de la orilla de un torrente. ¡Ése es el waterthrush de Luisiana en acción! Esta curruca del tamaño de una palma (nombre científico: Parkesia motacilla) es una maestra de su dominio, revoloteando entre rocas y raíces con una agilidad impresionante. A diferencia de la mayoría de las currucas que se alimentan en los árboles, el zorzal acuático de Luisiana prefiere la compañía de los arroyos borboteantes y las orillas musgosas.
Avistamiento de un Waterthrush
Busca un destello de color blanco cuando el Waterthrush mueva constantemente la cola, un hábito característico que lo delata. La parte superior de su cuerpo es de un marrón intenso y terroso, mientras que las partes inferiores son de un blanco limpio con atrevidas vetas negras. Una ceja blanca y brillante añade un toque de encanto, y sus patas son de un característico rojo rosado.
Una canción de silbidos claros
El Zorzal de Luisiana no es tímido a la hora de anunciar su presencia. Escucha su hermoso canto, una melodía que comienza con varios silbidos claros y penetrantes, seguidos de una cascada de notas complejas. Este vibrante canto llena a menudo el aire por las mañanas y las tardes, resonando a través de las exuberantes montañas costarricenses.
Un animal de costumbres
Mientras está aquí, el zorzal acuático de Luisiana se mantiene fiel a su nombre, frecuentando arroyos de corriente rápida con abundancia de rocas y guijarros. Nuestro refugio de montaña, enclavado junto a un riachuelo, proporciona el hábitat perfecto para estas fascinantes aves.
Un vistazo al mundo del tordo de agua
¡Los observadores de aves están de enhorabuena! El zorzal acuático es un buscador incansable, en constante movimiento. No salta ni vuela mucho, prefiere caminar enérgicamente por la orilla del arroyo, con sus agudos ojos escrutando en busca de presas. Insectos acuáticos, pequeños crustáceos e incluso renacuajos se convierten en su deliciosa comida. A diferencia de lo que sugiere su nombre, el zorzal acuático no nada, pero se adentra sin miedo en aguas poco profundas, con su afilado pico sondeando las piedras musgosas en busca de golosinas ocultas.
Un Tesoro Transitorio
El Zorzal de Luisiana nos honra con su presencia sólo unos meses al año. Pero durante este tiempo, añade un toque de dinamismo a nuestro refugio de montaña. Así que mantén los ojos bien abiertos (y los oídos bien abiertos) para ver a este pequeño manojo de energía mientras exploras los arroyos y senderos de nuestra propiedad. Un avistamiento del Zorzal de Luisiana será sin duda uno de los momentos culminantes de tu aventura en Costa Rica.
Para más información, consulta nuestra completa guía sobre las aves de Costa Rica.






