En las alturas del exuberante dosel de la selva tropical costarricense, un destello de blanco y negro se desliza sin esfuerzo entre las hojas. No se trata de un fantasma, sino del Milano Cabecigris, un residente con un plumaje distintivo y un gusto particular por los “alimentos” ajenos en los criaderos de aves.
Un Ave de Muchos Colores (por un Tiempo)
El Milano Cabecigris (Leptodon cayanensis) es un ave rapaz de tamaño mediano, que generalmente mide entre 46 y 53 cm de largo. Los adultos son un estudio en contrastes: su cabeza gris, que le da nombre, se transforma bruscamente en partes superiores de un negro elegante, mientras que sus partes inferiores son de un blanco deslumbrante. La cola es negra con dos o tres bandas blancas llamativas, agregando un toque de drama a su vuelo.
Pero no se deje engañar por la apariencia sofisticada del adulto. ¡Los juveniles son un torbellino de posibilidades de plumaje! Vienen en tres presentaciones de color:
- Morfo Oscuro: Piense en un estilo gótico chic: estos jóvenes son de color marrón oscuro en la parte superior con partes inferiores pálidas rayadas de negro.
- Morfo Claro: Este morfo se parece mucho al Aguilucho Azor-blanco, con la cabeza y el cuello blancos contrastando con una corona y una lista ocular negras.
- Morfo Intermedio: En algún punto intermedio entre los dos extremos, ofreciendo un vistazo al viaje cromático del ave.
Sin importar su morfo, todos los juveniles comparten una característica clave: anchas bandas caudales de color gris claro, una constante a lo largo de su desarrollo.
Un Cazador Sigiloso con una Dieta Sorprendente
El Milano Cabecigris prefiere la vida tranquila del dosel del bosque, cazando discretamente desde el follaje denso. A diferencia de muchos halcones feroces, sus presas no se limitan a pequeños mamíferos y reptiles. Estos milanos tienen una particular afición por… bueno, digamos que no dudan en aprovechar el trabajo de otros.
Una gran parte de su dieta se compone de huevos y polluelos de aves más pequeñas. También atraparán fácilmente larvas y pupas de insectos, particularmente las de avispas y hormigas. Pequeños reptiles y algunos insectos desafortunados completan su menú.
Observando un Milano Cabecigris en el Retiro
Si bien el Milano Cabecigris no es el ave más común en nuestro refugio de montaña, no es del todo imposible ver uno. Se sabe que se alimentan en bosques abiertos y en los bordes del bosque, que a veces pueden extenderse hasta las estribaciones más bajas donde se encuentra el refugio.
Esté atento a un destello de blanco y negro que se desliza entre los árboles, o escuche su largo y risueño llamado resonando a través del dosel. Con un poco de paciencia y buen ojo, podrá vislumbrar a este fascinante residente de la selva tropical costarricense.
Más Allá del Retiro: Dónde Encontrar Otros Milanos Cabecigrises
El Milano Cabecigris tiene una amplia distribución, que se extiende desde el este de México y Trinidad hacia el sur hasta Perú, Bolivia, Brasil y el norte de Argentina. Entonces, si está explorando otras partes de Costa Rica, o incluso si se aventura más lejos en Centro y Sudamérica, esté atento a esta ave rapaz única.
La próxima vez que observe el dosel de la selva tropical costarricense, no olvide mirar más allá de los tucanes y las lapas. Es muy posible que un Milano Cabecigris, con su plumaje sorprendente y sus hábitos alimenticios, esté patrullando silenciosamente su dominio frondoso.
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.






