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Tesoro diminuto: el atrapamoscas cejiblanco

En lo alto del dosel, un destello grisáceo capta tu atención. Se lanza entre las hojas, su larga cola moviéndose detrás de él. Se trata del atrapamoscas cejiblanco, residente de los bosques lluviosos de Costa Rica y un ave común para nuestros huéspedes aquí en el refugio de montaña.

Estas pequeñas criaturas insectívoras son una maravilla de la naturaleza, ya que concentran habilidades impresionantes en un cuerpo que apenas mide trece centímetros. Echemos un vistazo más de cerca al atrapamoscas cejiblanco y descubramos por qué podría convertirse en su nuevo amigo emplumado favorito.

Observando una gema

El atrapamoscas cejiblanco hace honor a su nombre. Su característica más distintiva es la ceja blanca y audaz que se extiende sobre su frente, contrastando maravillosamente con sus partes superiores de color azul grisáceo. La parte inferior es de un gris más claro, y tanto machos como hembras lucen esta coloración. Sin embargo, los machos tienen una sorpresa: durante la temporada de reproducción, su cabeza se transforma en una elegante gorra negra, haciéndolos aún más llamativos.

Busque a estas pequeñas aves revoloteando por las ramas más altas de los árboles. Prefieren las selvas tropicales húmedas de Centro y Sudamérica, lo que convierte a Costa Rica en el lugar perfecto para observarlas. Si bien se pueden encontrar en las tierras bajas, se encuentran particularmente en los bosques nubosos de montaña, que es exactamente donde se encuentra nuestro refugio.

Una vida en los árboles

El atrapamoscas cejiblanco es un verdadero acróbata del cielo. Sus picos largos y delgados están perfectamente adaptados para atrapar insectos en pleno vuelo. Tienen una visión y un oído excepcionales, lo que les permite detectar incluso los insectos más pequeños escondidos entre las hojas. Su cola levantada les ayuda a mantener el equilibrio mientras vuelan de rama en rama, sin quedarse quietos por mucho tiempo.

Estas aves son criaturas sociales, que a menudo se ven en parejas o en pequeños grupos familiares. Incluso pueden unirse a bandadas de especies mixtas, revoloteando con otros insectívoros mientras buscan comida. Sus chillidos agudos, una serie de silbidos finos y chasquidos, resuenan a través del dosel del bosque.

Un vistazo al ecosistema del bosque tropical

El atrapamoscas cejiblanco juega un papel vital en el ecosistema del bosque tropical. Al mantener bajo control las poblaciones de insectos, ayudan a mantener el delicado equilibrio del bosque. También son presa de algunas especies de aves y pequeños mamíferos, formando parte de la intrincada red alimentaria.

Ver un atrapamoscas cejiblanco es una experiencia deliciosa. Su pequeño tamaño y su comportamiento enérgico son un placer de observar. Aquí en nuestro refugio de montaña, con su abundante dosel de bosque tropical, prácticamente tiene la garantía de observar estas pequeñas gemas revoloteando. Por lo tanto, la próxima vez que explore los senderos, mantenga los ojos bien abiertos y podrá echar un vistazo a este tesoro costarricense.

Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.

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