Aquí en nuestro refugio de montaña, enclavado en medio de la exuberante vegetación y la vibrante vida silvestre de Costa Rica, estamos constantemente rodeados por una sinfonía de cantos de aves. Desde el llamativo brillo de los tucanes hasta los melodiosos llamados de los pájaros campana, nuestros vecinos aviarios son una fuente de infinita maravilla. Pero hoy, dirigimos nuestra mirada curiosa hacia un visitante menos frecuente, una rapaz con una mirada penetrante y un vuelo veloz como el rayo: el Gavilán de Cooper.
Si bien no es nativo de Costa Rica, el Gavilán de Cooper se hace presente durante los meses de invierno. Estas rapaces de tamaño mediano, con una envergadura que alcanza hasta 1,2 metros, se reproducen en el sur de Canadá y bajan hasta el norte de México. A medida que el invierno se apodera de sus territorios del norte, algunos Gavilanes de Cooper se embarcan en una migración hacia el sur, y Costa Rica se encuentra dentro de su rango.
Un Cazador Magistral en las Montañas
El Gavilán de Cooper es una maravilla de adaptación aviar. Sus alas cortas y redondeadas y su cola larga y barreada lo hacen perfecto para navegar por los densos bosques de nuestro refugio de montaña. Son cazadores ágiles, expertos en maniobrar a través del follaje espeso en busca de sus presas. Las aves pequeñas, como las cantoras y las palomas, son sus objetivos principales. Su vista aguda les permite detectar a sus desprevenidas víctimas desde lejos, y sus ataques repentinos y rápidos dejan pocas posibilidades de escape.
Un Vistazo de Gris y Castaño
Los Gavilanes de Cooper adultos son un espectáculo para la vista. Los machos están adornados con una impresionante espalda y alas de color gris pizarra, que contrastan maravillosamente con su pecho rojizo y sus partes inferiores barradas. Las hembras, ligeramente más grandes que los machos, lucen un esquema de color similar pero con tonos marrones más ricos que reemplazan al gris. Los juveniles se destacan por su plumaje veteado de marrón y blanco, un patrón que se desvanece en la adultez.
Una Belleza Transeúnte
Si bien el Gavilán de Cooper no es un residente permanente, su presencia agrega un toque de lo inesperado a nuestro paraíso montañoso. Observar a este elegante cazador posado en una rama, con sus ojos amarillos afilados escudriñando el suelo del bosque, es una experiencia emocionante. Su breve estadía nos recuerda la interconexión del mundo natural, donde aves como el Gavilán de Cooper juegan un papel vital en el mantenimiento del delicado equilibrio del ecosistema.
Escuche el Susurro de las Alas
El Gavilán de Cooper es un ave relativamente silenciosa, pero durante la temporada de reproducción en su hogar del norte, se sabe que emite una serie de chillidos y silbidos penetrantes. Aquí en Costa Rica, es más probable que escuche el característico zumbido de sus alas cuando irrumpe entre los árboles en persecución de su presa.
¡Mantengan los Ojos Abiertos, Amantes de la Naturaleza!
Si tiene la suerte de visitar nuestro refugio de montaña durante los meses de invierno, esté atento al Gavilán de Cooper. Con un poco de paciencia y un ojo agudo, es posible que pueda ver a esta magnífica rapaz volando por las montañas de Costa Rica, un visitante fugaz del norte.
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.






