En lo alto de las montañas de nuestro refugio costarricense, la sinfonía del canto de las aves llena el aire. Pero aventúrese más allá de nuestro exuberante refugio, y la diversidad aviaria de Costa Rica explota en una impresionante gama de hábitats. Hoy, nos fijamos en un visitante notable que adorna nuestras costas del Pacífico: el Falaropo Pico Fino (Phalaropus lobatus).
Imagine una pequeña bailarina girando incansablemente sobre la superficie del océano. Ese es el Falaropo Pico Fino en acción. Esta ave playera excepcional, no más grande que un petirrojo, es un torbellino de actividad en alta mar. Si bien no es un avistamiento común en Costa Rica, estas maravillas trotamundos adornan nuestras aguas del Pacífico durante la migración, ofreciendo un vistazo fugaz a su fascinante mundo.
Un Maestro del Movimiento:
El reclamo a la fama del Falaropo Pico Fino radica en su técnica de alimentación única. A diferencia de la mayoría de las aves playeras que buscan alimento en el barro o las aguas poco profundas, el falaropo prefiere el mar abierto. ¿Su arma secreta? Dedos lobulados que actúan como paletas en miniatura, impulsándolo a través del agua con una agilidad notable.
Pero la verdadera magia se desarrolla cuando el falaropo entra en un frenesí de alimentación. Gira rápidamente en círculos cerrados, revolviendo plancton y pequeños crustáceos cerca de la superficie. Esta danza frenética, conocida como “remolino”, crea un mini vórtice de alimentación, facilitando la captura de presas con su pico delgado y puntiagudo.
Un Desfile de Moda Volando:
El atuendo del Falaropo Pico Fino es tan cautivador como su baile. Durante la temporada de reproducción en la tundra ártica, las hembras toman el centro del escenario. Lucen un plumaje deslumbrante: gris oscuro arriba, con un llamativo cuello y pecho superior de color castaño rojizo, realzado por un antifaz negro y una garganta blanca impoluta. Los machos, siempre caballeros, visten una versión más sobria de este atuendo.
Con la llegada del invierno, ambos sexos experimentan un cambio de vestuario radical. Su plumaje de reproducción se desvanece, reemplazado por un abrigo más simple, gris arriba y blanco abajo. Sin embargo, la mancha ocular negra reveladora permanece, un recordatorio constante de sus personalidades vibrantes.
Un Encuentro Raro en Costa Rica:
Si bien el Falaropo Pico Fino es principalmente un ave oceánica, se pueden observar avistamientos a lo largo de la costa pacífica de Costa Rica, particularmente durante las temporadas de migración (marzo-mayo y agosto-octubre). La paciencia y la observación aguda son clave, ya que a menudo se les ve bastante lejos en el mar.
Aquí, en nuestro refugio de montaña, aunque quizás no tenga la suerte de presenciar la increíble danza del Falaropo Pico Fino, la increíble diversidad aviaria de Costa Rica lo dejará sin aliento. Desde el resplandeciente quetzal hasta el tucán cómico, nuestros tours de observación de aves le ofrecen la oportunidad de encontrarse con un tapiz vibrante de amigos emplumados.
Entonces, mantén los ojos bien abiertos en tu aventura costarricense. ¡Nunca se sabe cuándo un Falaropo Pico Fino podría honrarlo con su presencia vertiginosa!
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.






