En nuestro refugio de montaña costarricense, nos enorgullece la sinfonía de cantos de aves que llena el aire cada mañana. Pero más allá de las melodías familiares, existen joyas ocultas que esperan ser descubiertas por el observador de aves entusiasta. Una de estas joyas es el Zambullido Nicaragüense, un ave con un rango limitado y un secreto iridiscente.
El Zambullido Nicaragüense (Quiscalus nicaraguensis) es un ave cantora de tamaño mediano, perteneciente a la familia Icteridae, que también incluye a los zanates y las oropéndolas. Si bien podría esperar verlos en todo Costa Rica, estas aves tímidas se aferran a una región específica: los humedales que bordean el lago Nicaragua y el lago Managua, con avistamientos ocasionales que se extienden hacia el norte de Costa Rica.
Observar un Zambullido Nicaragüense puede ser un desafío delicioso. Búsquelos en pequeñas bandadas que se alimentan en marismas de agua dulce, pastizales y, ocasionalmente, potreros. Su cola larga y graduada y su pico bastante largo los hacen reconocibles instantáneamente como mirlos. Pero la verdadera magia reside en su plumaje.
Los machos son un espectáculo para la vista. Su cuerpo entero está envuelto en un elegante manto negro, pero no es un negro común. Dependiendo de la luz, las plumas brillan con un brillo iridiscente. Este efecto fascinante adquiere diferentes tonalidades en todo el cuerpo: violeta en el vientre y la cola, verde violáceo en la cabeza, el dorso y el pecho, y un azul verdoso cautivador que adorna la mayor parte de las alas.
Las hembras, aunque carecen del deslumbrante iris del macho, no por ello son menos hermosas. Comparten un plumaje negro similar, pero con un toque de marrón en la cabeza y el dorso. Sus partes inferiores son de un marrón más claro, creando una elegancia más discreta.
A pesar de su apariencia cautivadora, el Zambullido Nicaragüense sigue siendo un ave esquiva. Son mucho menos comunes que su pariente cercano, el Zanate Lagarto, y prefieren la reclusión de los humedales. La paciencia y unos buenos binoculares son clave para agregar esta ave única a su lista de observación de aves de Costa Rica.
Consejos para Observar el Zambullido Nicaragüense:
- Hábitat: Concentre su búsqueda en marismas de agua dulce, pastizales y potreros que bordean el lago Nicaragua y el lago Managua, con la posibilidad de un encuentro en las zonas más al norte de Costa Rica, como el Refugio de Vida Silvestre Caño Negro y los humedales de Medio Queso.
- Hora del Día: Las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde son horas pico para la observación de aves cuando estas aves están más activas.
- Escuche: Si bien su canto no es el más melodioso, sus llamadas pueden ayudarlo a ubicarlos. Escuche sonidos fuertes y chirriantes.
- Sea Paciente: Son aves tímidas, así que no se desanime si no las ve enseguida. Quédese quieto, observe y disfrute de la experiencia de la observación de aves.
Con un poco de dedicación y estos consejos, es posible que observe al Zambullido Nicaragüense, una joya deslumbrante escondida en medio de los exuberantes humedales de Costa Rica.
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.
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