En las altas montañas de Costa Rica, donde el aire es fresco y las vistas infinitas, quizás no espere encontrar un ave que prospere en lagos salados. Pero aquí en nuestro refugio de montaña, enclavado en medio de la exuberante vegetación, existe la posibilidad de encontrarse con un visitante fascinante: el Falaropo de Wilson.
Sí, ¡leyó bien! Si bien estas increíbles aves playeras se ven con mayor frecuencia en las praderas de Norteamérica y a lo largo de las rutas migratorias de las costas, un pequeño número hace una escala notable en los lagos de montaña de Costa Rica durante sus viajes épicos.
Un Pequeño Bailarín con un Giro Especial
El Falaropo de Wilson es una verdadera maravilla. Esta esbelta ave zancuda, la más grande de las tres especies de falaropos, es una imagen de gracia con su cuello delgado, patas largas y alas puntiagudas. Pero lo que realmente lo distingue es su impresionante técnica de alimentación.
Imagine una bailarina girando en un escenario: ese es el Falaropo de Wilson en acción. Gira rápidamente en la superficie del agua, creando un pequeño remolino. Esta danza hipnotizante tiene un propósito ingenioso. El movimiento giratorio levanta pequeños invertebrados acuáticos escondidos en el fondo de los lagos poco profundos, facilitando su captura por el pico fino y ágil del falaropo.
Un Desfile de Moda con Roles Redefinidos
El Falarope de Wilson es un campeón en romper los estereotipos de género en el mundo de las aves. A diferencia de la mayoría de las aves, las hembras son las estrellas del espectáculo. Durante la temporada de reproducción, lucen un plumaje deslumbrante con reflejos rojizos y una línea oscura que atraviesa el ojo, agregando un toque de elegancia a su cuerpo gris. Los machos, en cambio, están vestidos de un gris más sobrio.
Pero la diferencia va más allá de la apariencia. Las hembras toman la iniciativa en el cortejo, atrayendo e incluso compitiendo por varias parejas en una sola temporada. Una vez puestos los huevos, los machos toman el relevo, convirtiéndose en los únicos responsables de la incubación y la crianza de los polluelos.
Un Vistazo a un Viajero Global
Observar un Falaropo de Wilson en Costa Rica es un verdadero privilegio. Su escala en las montañas es breve, generalmente dura solo unas pocas semanas durante su migración entre los sitios de reproducción de América del Norte y los sitios de invernaje en América del Sur.
La mejor oportunidad de ver a estos bailarines impresionantes es en una mañana tranquila cerca de lagos y estanques de montaña. Esté atento a sus rápidos giros en la superficie del agua y al destello de plumas rojizas bajo el sol.
Un Pequeño Recordatorio de un Gran Mundo
La visita del Falaropo de Wilson a nuestro refugio de montaña es un hermoso recordatorio de la interconexión de nuestro planeta. Su increíble viaje a través de los continentes subraya la importancia de ecosistemas saludables en todo el mundo.
Entonces, la próxima vez que esté aquí en nuestro refugio, tómese un momento para explorar los tranquilos lagos de montaña. Es posible que sea recompensado con un vistazo a este visitante único, un pequeño bailarín con una historia que contar, honrando nuestro santuario de montaña con su presencia fugaz.
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.






