El paraíso montañoso de Hotel Rivel rebosa de aves vibrantes, cada especie una melodía única y un destello de color tejido en el tapiz del bosque tropical. Hoy, nos enfocamos en un habitante del denso sotobosque, el Tangara de Mejillas Negras (Habia atrimaxillaris). Este pequeño cantor, con sus sorprendentes toques de naranja y contrastantes grises, es una verdadera gema costarricense.
Un Dimorfismo Deslumbrante:
El Tangara de Mejillas Negras es un deleite para los observadores de aves con su distintivo dimorfismo sexual. Los machos son las estrellas del espectáculo, luciendo un plumaje gris oscuro elegante con un toque de rojo en la parte superior. Su característica principal es una garganta de color naranja salmón brillante que desciende hasta el pecho, un toque de color que no se puede pasar por alto. En la cima de su cabeza se esconde una corona oculta de plumas rojo-naranja, rara vez visible pero que agrega otra capa de intriga ardiente.
Las hembras, aunque carecen de la vitalidad del macho, no son menos hermosas. Comparten el mismo gris superior, pero su parte inferior es de un naranja más apagado y leonado, creando un contraste más suave. Ambos sexos tienen una característica «máscara» negra que se extiende por su rostro, dándole su nombre.
Una Vida en las Sombras:
A diferencia de algunos de sus primos tangaras que frecuentan el dosel de la selva tropical, los Tangaras de Mejillas Negras son criaturas del sotobosque. Prefieren el follaje denso y las áreas protegidas cerca del suelo del bosque, lo que los hace un poco más difíciles de detectar para el ojo inexperto. Sin embargo, su presencia a menudo se anuncia por sus vocalizaciones: una serie de notas ásperas que sirven como llamada entre individuos dentro de una bandada.
Una Joya Amenazada:
Estos cautivadores tangaras se encuentran únicamente en la Península de Osa de Costa Rica y la costa oriental adyacente del Golfo Dulce. Lamentablemente, su población está clasificada como «En Peligro» por la UICN. La pérdida de hábitat debido a la deforestación es la principal culpable de su declive. En Hotel Rivel, estamos comprometidos con prácticas sostenibles y esfuerzos de conservación ambiental, para que los futuros huéspedes puedan seguir maravillándose con el Tangara de Mejillas Negras y el ecosistema irremplazable de la selva tropical que lo alberga.
Consejos para Observar un Tangara de Mejillas Negras:
- Esté atento al movimiento: Como habitan en el sotobosque, busque destellos de color o movimiento entre las hojas del suelo forestal.
- Escuche sus llamados: Sus vocalizaciones ásperas pueden ser un buen indicador de su presencia.
- Únase a una caminata guiada por la naturaleza: Nuestros experimentados naturalistas en Hotel Rivel son expertos en observar estas aves esquivas y pueden aumentar significativamente sus posibilidades de ver una.
Al proteger a esta especie amenazada y su hábitat, salvaguardamos el esplendor de la biodiversidad de Costa Rica. Entonces, en su próxima aventura en Hotel Rivel, esté atento al Tangara de Mejillas Negras: una joya deslumbrante escondida en el abrazo esmeralda de la selva tropical.
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica
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