Si bien su nombre evoca imágenes de paisajes urbanos bulliciosos, el Vireo de Filadelfia (Vireo philadelphicus) es un visitante bienvenido a los tranquilos bosques nubosos de montaña de nuestro refugio costarricense. Esta pequeña ave cantora, nombrada por su lugar de descubrimiento en Filadelfia, es un invitado de temporada encantador que adorna nuestros árboles con su presencia vibrante y su canto cautivador.
Avistando un Toque de Sol:
El Vireo de Filadelfia es un ave compacta, que generalmente mide entre 11 y 13 centímetros de largo. Los adultos lucen un hermoso plumaje marrón oliva en las partes superiores, que contrasta fuertemente con el amarillo brillante que domina las partes inferiores, a menudo extendiéndose hasta la garganta. Un rasgo distintivo es la corona grisácea, que se encuentra justo encima de una franja blanca sobre la ceja, aunque esta a veces puede ser tenue. Su pico grueso y curvo y sus patas gris azuladas completan su imagen.
Recuerde que algunos individuos pueden ser un poco más opacos, lo que los hace más difíciles de diferenciar de su pariente cercano, el Vireo melodioso. La clave aquí es el vientre amarillo más brillante del Vireo de Filadelfia y la presencia de una línea oscura que atraviesa el ojo.
Un Forrajeador de Alto Vuelo:
Estos pequeños insectívoros se ven con mayor frecuencia encaramados en lo alto de los árboles, recorriendo meticulosamente las ramas. Sus ojos agudos escudriñan en busca de presas de insectos desprevenidas, con especial predilección por las orugas y escarabajos durante la temporada de reproducción. Mientras estén aquí en Costa Rica, también pueden unirse a bandadas mixtas de otras aves del bosque, especialmente durante la migración.
Un Canto que Puede Sorprender:
El canto del Vireo de Filadelfia es una melodía encantadora, pero puede ser un poco engañoso. Sus vocalizaciones se parecen mucho a las del Vireo ojirrojo, otro pájaro cantor que se encuentra en Costa Rica. Sin embargo, el canto del Vireo de Filadelfia tiende a ser más lento y ligeramente más complejo. Curiosamente, en áreas donde sus rangos se superponen, ¡se sabe que el Vireo de Filadelfia imita perfectamente el canto del Vireo ojirrojo! Los científicos creen que este mimetismo podría ser una táctica para evitar la agresión del Vireo ojirrojo, más grande y dominante.
Un Visitante Passage ro:
El Vireo de Filadelfia es un ave migratoria, que nos honra con su presencia principalmente durante los meses de primavera y otoño. Se reproduce en los bosques caducifolios más al norte, particularmente en aquellos con árboles más jóvenes como abedules y álamos. Con la llegada del invierno, se dirige hacia el sur en busca de climas más cálidos en Centroamérica, siendo Costa Rica un lugar popular de invernaje.
Un Tesoro para Contemplar:
Si bien no es el ave más común en nuestro refugio de montaña, observar un Vireo de Filadelfia es un verdadero deleite para los observadores de aves. Sus colores vibrantes, su canto fascinante y su mimetismo interesante lo convierten en una adición fascinante al rico tapiz de la vida aviar aquí en nuestro refugio costarricense. Así que mantén los ojos bien abiertos en lo alto de los árboles – ¡podrías ser recompensado con un vistazo a este pedacito de amor fraternal del norte!
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.
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