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Sinfonía en las montañas: El Saltator Cabecinegro

Aquí en el Retiro Costarricense, enclavado en el abrazo esmeralda de las montañas, nos despertamos cada mañana con un coro como ningún otro. Hoy, dirigimos nuestra mirada hacia un vibrante residente del dosel superior, el bien llamado Saltator Cabecinegro (Saltator atriceps).

Un Ave Cantora Impactante

Esta ave cantora de tamaño mediano, con un promedio de 24 cm (9.4 pulgadas) de largo, es un deleite para la vista. Los adultos están adornados con un dramático contraste de colores. Su cabeza gris pizarra, casi negra bajo ciertas luces, se contrarresta con una supercilia blanca brillante, una raya distintiva similar a una ceja. Las partes superiores deslumbran en un verde amarillento intenso, mientras que las partes inferiores son de un gris pálido y frío. Una mancha blanca impecable en la garganta, bordeada de negro, agrega otro toque de elegancia.

Pero el Saltator Cabecinegro no es solo apariencia. Su pico grueso y convexo insinúa sus preferencias alimenticias, y sus fuertes patas lo equipan para navegar por el follaje denso de los bosques de montaña.

Una Vida en los Árboles

Estas aves se encuentran más comúnmente en las tierras bajas tropicales húmedas, particularmente en los bordes de los bosques, plantaciones y áreas semiabiertas con árboles y setos. Si explora estos hábitats durante su estadía, esté atento para detectar su presencia. Rara vez se les ve solas, sino en pequeños grupos ruidosos que revolotean por los niveles medios y superiores de la vegetación. Es probable que sus movimientos llamen su atención antes de que vea al ave en sí.

Un Dúo Melodioso

El Saltator Cabecinegro no es tímido para hacerse escuchar. Su llamado fuerte y estridente, un distintivo «deeeer», puede perforar la exuberante vegetación. Pero sus verdaderos talentos vocales brillan en su canto. Imagine un dueto animado: un fuerte y áspero «cher cher jur jur weeee» cantado por el macho, a menudo acompañado por su pareja. Esta melodía es un sonido familiar en los bosques de montaña, un hermoso recordatorio de la vibrante vida que nos rodea.

Más Que Solo Semillas

Si bien las semillas son un alimento básico en su dieta, el Saltator Cabecinegro no es un comedor exigente. Devoran fácilmente frutas, brotes e incluso insectos lentos. Esta adaptabilidad les permite prosperar en los diversos ecosistemas de Costa Rica.

Observando a un Saltator Cabecinegro

Si bien estas aves prefieren el dosel superior, con un poco de paciencia, puede que tenga la suerte de ver una durante su estadía en el Retiro Costarricense. Las primeras horas de la mañana suelen ser el mejor momento para la observación de aves, ya que están particularmente activas durante este período. Busque destellos de color volando entre los árboles y escuche sus llamadas y cantos resonando por las montañas.

Si no está seguro de lo que ha visto u oído, no dude en preguntar a nuestros naturalistas en el lugar. Son expertos en ayudarlo a identificar a los residentes con plumas de nuestro retiro.

Entonces, la próxima vez que explore los senderos de montaña, mantenga los ojos bien abiertos y los oídos atentos. Es posible que sea recompensado con un encuentro con el Saltator Cabecinegro, una sinfonía de colores y cantos en medio del abrazo esmeralda de las montañas costarricenses.

Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.

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