Si bien nuestro refugio de montaña ofrece vistas impresionantes y abundante vida silvestre en la selva tropical, la increíble biodiversidad de Costa Rica también se extiende a sus costas. Hoy, nuestro objetivo es un visitante fascinante que adorna las costas del Pacífico durante sus migraciones épicas: el Vuelvepiedras Rojizo (Arenaria interpres).
Un Ave Playera Lejos de la Costa
Aunque quizás no esperes un ave playera en las montañas, el Vuelvepiedras Rojizo es un verdadero trotamundos. Estas pequeñas aves zancudas se reproducen en la tundra ártica alta, pero sus increíbles viajes migratorios las llevan a las costas de todo el mundo, incluidas las playas del Pacífico de Costa Rica. De septiembre a mayo, esté atento a estos personajes coloridos que revolotean a lo largo de las costas rocosas o playas de arena cerca de nuestro refugio.
Un Calicó de la Costa
El Vuelvepiedras Rojizo es un deleite visual. Durante la temporada de reproducción, los machos lucen una cabeza y garganta deslumbrantes en blanco y negro, con un mosaico vibrante de castaño y negro en la espalda, que se asemeja a un gato calicó. Las hembras son un poco menos llamativas, pero aún así ostentan un hermoso patrón de marrones y grises. Incluso en su plumaje no reproductivo, los Vuelvepiedras Rojizos son fáciles de detectar con sus patas de color naranja brillante y partes inferiores blancas.
Maestros de la Volteada
Estas aves playeras son más que caras bonitas. Son hábiles recolectores, usando sus picos cortos y robustos para voltear rocas, algas y escombros a lo largo de la costa con destreza. Este acto acrobático revela un buffet de sabrosas golosinas escondidas debajo, que incluyen insectos, crustáceos y gusanos marinos. Sus patas cortas y su centro de gravedad bajo los mantienen equilibrados sobre las rocas resbaladizas, convirtiéndolos en los amos de su dominio costero.
Un Ciudadano del Mundo
El Vuelvepiedras Rojizo es un verdadero ciudadano del mundo. Sus zonas de reproducción se extienden por las regiones árticas de América del Norte, Eurasia y Groenlandia. Pero sus destinos de invernada son realmente impresionantes. Emprenden vuelos de larga distancia, adornando las costas de Sudamérica, África, Australia e incluso llegando hasta Nueva Zelanda.
Un Vistazo a un Viajero Global
Si bien no los encontrará revoloteando por el dosel de la selva tropical, observar un Vuelvepiedras Rojizo en la costa del Pacífico cerca de nuestro refugio es una experiencia notable. Estas coloridas aves playeras son un recordatorio de la interconexión de nuestro planeta y los increíbles viajes que emprenden algunos de nuestros amigos emplumados. Entonces, en su próxima visita a nuestro refugio costarricense, haga un viaje a la costa y vea si puede ver al Vuelvepiedras Rojizo, un viajero mundial que adorna nuestras costas por una temporada.
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.