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El enigmático Petrel de cabeza negra: un canto bajo las estrellas de la montaña

En lo alto de las montañas de Costa Rica, donde las nubes rozan las copas de los árboles y el aire se refresca por la noche, es posible que no esperes escuchar el llamado de un ave marina. Pero para el Petrel de cabeza negra, en peligro crítico de extinción, también conocido como Diablotín por los lugareños, estos picos son una parte vital de su ciclo de vida.

A diferencia de los tucanes vibrantes y los loros bulliciosos que adornan nuestras selvas tropicales, el Petrel de cabeza negra es una criatura misteriosa. Pasa la mayor parte de su vida planeando sobre la vasta extensión del Mar Caribe, regresando a tierra solo bajo el manto de la oscuridad para reproducirse.

Un visitante fantasmal

Estas aves de alas largas (¡envergadura de hasta 94 cm!) tienen una calotte negra distintiva, que a menudo se extiende sobre sus ojos, contrastando con su dorso gris-marrón y su parte inferior blanca. Su llegada a los sitios de anidación en las montañas coincide con las noches frescas de noviembre, y sus cantos inquietantes – un «awwww» prolongado que va en aumento y a veces termina en un rebuzno similar al de un burro – resuenan en la oscuridad. Este comportamiento nocturno les valió el apodo de diablotín, alimentado por sus gritos extraños y sus visitas nocturnas.

Una vida en el aire

Si bien los avistamientos en nuestro refugio de montaña son raros, su presencia habla de la gran diversidad de ecosistemas de Costa Rica. Estas aves son maestras del océano, y pasan sus días planeando sin esfuerzo sobre las corrientes de aire, utilizando su vista aguda para arrebatar calamares y otras delicias de la superficie. Su capacidad para viajar largas distancias es impresionante: recorren el Caribe, llegando a aguas tan al norte como las del este de Estados Unidos.

Una lucha por la supervivencia

Lamentablemente, el Petrel de cabeza negra enfrenta un futuro incierto. Alguna vez abundantes, su número se desplomó debido a la caza excesiva y la introducción de depredadores mamíferos como ratas y mangostas. Se están realizando esfuerzos de conservación para proteger sus sitios de anidación y crear conciencia sobre esta ave única.

Un canto de esperanza

Si bien es posible que no vea un Petrel de cabeza negra volando sobre nuestro albergue de montaña, su presencia nos recuerda la interconexión de nuestro planeta. Las laderas prístinas de las montañas que elige para reproducirse son una parte vital de su historia de supervivencia. Aquí, en nuestro refugio, nos esforzamos por crear un paraíso para toda la vida silvestre de Costa Rica, y el Petrel de cabeza negra, aunque rara vez se ve, es un elemento esencial del tapiz de vida que nos rodea.

Escuche la noche

La próxima vez que pase una noche fresca en nuestro refugio, tómese un momento para escuchar la sinfonía nocturna. Quizás escuche el canto sobrenatural del Petrel de cabeza negra, un eco fugaz del vasto océano transportado por la brisa de la montaña.

Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.