En lo alto del dosel del bosque tropical costarricense, estalla una sinfonía de gorgoteos y burbujas. ¿El culpable? La magnífica Oropéndola de Montezuma, un residente cautivador que adorna los cielos y árboles de nuestro refugio de montaña. Esta publicación de blog se adentra en el mundo de esta inolvidable ave cantora, un verdadero espectáculo para la vista y el oído.
Un Emperador Azteca Plumífero
Nombrada en honor al emperador azteca Moctezuma II, la Oropéndola de Montezuma es un merecido homenaje a la realeza. Los machos, significativamente más grandes que sus contrapartes femeninas, lucen un plumaje marrón rojizo profundo con una llamativa cabeza negra. Un destello de amarillo sol flanquea sus colas, agregando un toque vibrante. Pero el verdadero punto de atracción se encuentra en sus caras. Pieles desnudas de color azul adornan sus mejillas, contrastando maravillosamente con una carúncula carnosa de color rosa debajo del pico.
Maestros del Tejido de Nidos
La Oropéndola de Montezuma es una mariposa social, bueno, un ave social, que prospera en colonias. Estas colonias son difíciles de pasar por alto, marcadas por la presencia de sus extraordinarios nidos. Imagine una bolsa intrincadamente tejida, de dos a seis pies de largo, hecha de enredaderas y fibras vegetales. Estas impresionantes estructuras, construidas únicamente por las hembras, cuelgan precariamente de los extremos de ramas altas, balanceándose suavemente con la brisa.
Un Comensal Diverso
Si bien la Oropéndola de Montezuma puede parecer majestuosa, sus hábitos alimenticios están lejos de ser quisquillosos. Estas aves son omnívoras y disfrutan de un buffet de frutas, néctar y pequeñas criaturas. Los observadores entusiastas pueden verlas alimentándose en pequeñas bandadas, buscando meticulosamente en los árboles e incluso aventurándose en pastizales abiertos en busca de frutos caídos e insectos. Curiosamente, los sexos tienen diferentes preferencias alimenticias. Las hembras tienden a alimentarse juntas fuera de la colonia, mientras que los machos adoptan un enfoque más solitario.
Un Canto para Recordar
La Oropéndola de Montezuma no es tímida cuando se trata de expresarse. El canto del macho es una combinación única de gorgoteos y burbujas, a menudo descrito como el sonido del agua que se vierte de una botella. Esta melodía fascinante se acompaña de una exhibición fascinante: el macho se inclinará profundamente mientras canta, creando una vista tan cautivadora como el sonido.
Encuentro con la Oropéndola de Montezuma en Nuestro Refugio
Nuestro refugio de montaña se encuentra ubicado dentro del hábitat ideal para las Oropéndolas de Montezuma. Esté atento a sus distintivos nidos colgantes balanceándose entre los árboles. Con un poco de paciencia, incluso podría tener la suerte de presenciar una colonia en acción, el aire lleno de su parloteo animado y el cautivador canto de los machos.
La Oropéndola de Montezuma es solo una de las muchas maravillas emplumadas que esperan ser descubiertas aquí. Así que empaque sus binoculares, póngase las botas de montaña y prepárese para ser encantado por el vibrante tapiz de aves que Costa Rica tiene para ofrecer.
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.
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