El abrazo montañoso de Hotel Rivel alberga una deslumbrante variedad de maravillas aviarias. Hoy, dirigimos nuestros binoculares hacia un residente vibrante que revolotea entre las hojas: la Tangara Aliblanca (Piranga leucoptera). Esta ave cantora de fuego inyecta una explosión de color en las tierras altas de Costa Rica, y con un poco de paciencia, podrá vislumbrar su deslumbrante plumaje.
Un Cuento de Dos Plumajes
La Tangara Aliblanca es un ejemplo cautivador de dimorfismo sexual, donde los machos y las hembras lucen apariencias distintas. El macho es un espectáculo para la vista. Imagine un cardenal sumergido en fuego: su cuerpo estalla en un rojo ardiente, contrastado por una máscara negra definida que se extiende desde su pico hasta la frente. Las alas negras con nítidas barras blancas en las alas completan este atuendo llamativo.
La Tangara Aliblanca hembra adopta un enfoque más discreto. Todo su cuerpo está bañado en una deliciosa mezcla de amarillo oliva, un hermoso complemento a los verdes vibrantes del dosel del bosque tropical. Sin embargo, conserva las alas negras características adornadas con barras blancas en las alas, una firma de la especie.
Una Vida Entre las Hojas
Estas aves cantoras de tamaño mediano, que miden alrededor de 13 cm de largo, prefieren la frescura húmeda de los bosques siempreverdes y de pino-roble. ¡Mire hacia arriba! Las encontrará revoloteando entre las hojas del dosel del bosque, a menudo en parejas o en pequeños grupos familiares. También se sabe que se unen a bandadas mixtas de alimentación de especies diferentes, creando un tapiz vibrante de aves que se alimentan juntas.
Un Regalo para los Oídos
La Tangara Aliblanca no es solo un placer visual, también es una música talentosa. Sus cantos se describen como silbidos agudos y ceceantes, agregando otra capa de encanto a su presencia. ¡Mantenga los oídos bien abiertos mientras explora los senderos, podría ser serenateado por este cantor oculto!
Un Festín para los Sentidos
Estas aves enérgicas son principalmente insectívoras, revoloteando de rama en rama en busca de su próxima comida. Devoran fácilmente una variedad de insectos, incluidos escarabajos, orugas y saltamontes. También complementarán ocasionalmente su dieta con frutas y bayas, agregando un toque de dulzura a su día.
Un Poco de Observación de Aves Pura
Avistar una Tangara Aliblanca es una emoción garantizada para cualquier entusiasta de las aves. Sus colores vivos y personalidades animadas las convierten en una alegría para observar. Con un poco de paciencia y un ojo atento, es posible que se encuentre con esta maravilla emplumada en su próxima aventura costarricense en Hotel Rivel.
¡Esté atento a nuestra próxima publicación de blog, donde nos sumergiremos en el fascinante mundo de otro residente aviario cautivador de Costa Rica!
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.
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