En nuestro retiro de montaña en Costa Rica, lo invitamos a abrazar la tranquilidad y sumergirse en las maravillas de la naturaleza. Pero la belleza de Costa Rica se extiende mucho más allá de nuestras exuberantes montañas. Las vibrantes costas albergan un ecosistema único rebosante de vida, y entre los residentes emplumados, la Garceta Rojiza se destaca por su deslumbrante plumaje y sus técnicas de alimentación llenas de energía.
La Garceta Rojiza, una garzón mediano, no es la típica zancuda majestuosa. Si bien comparte las patas largas, el cuello elegante y el pico en forma de daga de sus parientes las garzas, este pájaro aporta un toque de drama a las costas costarricenses.
Un Cuento de Dos Colores:
Las Garcetas Rojizas vienen en dos morfos distintos, agregando otra capa de intriga. La morfo oscura, la más común, posee un cuerpo azul grisáceo intenso con una cabeza y cuello canela rosáceo llamativos. Es una combinación de colores sofisticada y llamativa a la vez. La morfo blanca, más rara, es una vista elegante, mostrando un plumaje blanco como la nieve. Sin embargo, ambas morfos comparten una característica clave: un pico bicolor; rosado en la base y negro en la punta.
El “Tiranosaurio Rex de las Llanuras”
La verdadera fama de la Garceta Rojiza radica en su comportamiento de alimentación dinámico. A diferencia de sus primos garzones más reservados, esta ave es un torbellino de actividad en los lodazales que llama hogar. Apodada el “Tiranosaurio Rex de las Llanuras” por el autor Pete Dunne, la Garceta Rojiza hace honor a su nombre con su búsqueda enérgica de presas.
Imagine esto: la garceta acecha a su objetivo (peces, ranas, crustáceos o insectos) en aguas saladas poco profundas. No se queda esperando pacientemente. Por el contrario, estalla en acción, corriendo enérgicamente, con sus largas patas agitando el agua. Incluso podría usar sus alas para crear una sombra, reduciendo el resplandor en la superficie del agua para un ataque más estratégico. A veces, desciende en picado desde el vuelo con una gracia y determinación innegables. Este espectáculo energético, en marcado contraste con la quietud de otras garzas, convierte a la Garceta Rojiza en un espectáculo cautivador de observar.
Observando a la Garceta Rojiza:
Si bien no se encuentra en nuestro refugio de montaña central, la Garceta Rojiza espera a aquellos que se aventuran hacia las costas costarricenses. Los lodazales, los manglares y las lagunas de agua salada son sus guaridas preferidas. Con un poco de paciencia y un ojo atento, podrá ser testigo de las técnicas de pesca llenas de energía de esta maravilla emplumada.
La próxima vez que visite Costa Rica, asegúrese de incluir las hermosas costas en su itinerario. Con un poco de suerte, podrá encontrar a la Garceta Rojiza, un ave que inyecta una dosis de drama y dinamismo al paisaje marino costarricense.
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica






