¡Bienvenidos nuevamente, entusiastas de la naturaleza, a otra ave amiga que adorna nuestro retiro en las montañas de Costa Rica! Hoy dirigimos nuestra mirada a un ave de aspecto llamativo y hábitos curiosos: la Tityra Cabecinegra (Tityra inquisitor).
Un Ave de Muchos Nombres
Esta ave cantora de tamaño mediano cuenta con una historia taxonómica fascinante. Tradicionalmente, se ubicaba en la familia de las cotingas o en la familia de los tiránidos. Sin embargo, evidencia científica reciente sugiere un hogar más apropiado: la familia Tityridae.
Un Destello Plateado en el Abrazo Verde
La Tityra Cabecinegra es una visión de elegancia. Los machos deslumbran con un abrigo de plumas gris plateadas, en marcado contraste con su corona, alas y cola de color negro azabache. Las hembras, aunque carecen del plateado dramático, no son menos hermosas, adornadas con ricos tonos marrones y una gorra negra más pequeña.
Si bien no es el ave más grande que pueda encontrar, su tamaño (alrededor de 20 cm) y su coloración distintiva las hacen fáciles de ver revoloteando por los niveles medios a superiores de los árboles frutales. Mantenga los ojos bien abiertos para verlas en el exuberante dosel, especialmente cerca de los numerosos senderos del retiro que se adentran en el corazón de la selva tropical.
Escuche la Llamada Inquisitiva
La Tityra Cabecinegra no es tímida para dar a conocer su presencia. Sus vocalizaciones son bastante distintivas, lo que les valió el apodo de «tityra inquisitiva». Sus cantos a menudo se asemejan a un fuerte y curioso «¿kwaa?» o un prolongado «wheeeep».
Un Oportunista Sociable
Estas aves no son solitarias. A menudo forman pequeños grupos, a veces incluso se mezclan con sus parientes cercanos, las Tityras Gorgipálidas. Si bien se alimentan principalmente de frutas, son comedores oportunistas, y cambian fácilmente a insectos, lagartijas o incluso ranas pequeñas si se presenta la oportunidad.
Un Astuto Prestatario de Nidos
La Tityra Cabecinegra muestra un comportamiento de nidificación bastante único. A diferencia de muchas aves que construyen meticulosamente sus propios nidos, estas tityras prefieren tomar el camino más corto. A menudo «toman prestadas» cavidades excavadas por pájaros carpinteros, adaptándolas fácilmente para sus propias crías.
Una Especie en Casa en el Paraíso
La Tityra Cabecinegra tiene una amplia distribución, desde México hasta Argentina. Afortunadamente para nosotros, Costa Rica se encuentra directamente dentro de este rango. Búsquelas en los exuberantes bosques lluviosos de nuestro retiro de montaña, o en cualquier lugar con bosques húmedos tropicales o subtropicales de tierras bajas e incluso bosques antiguos muy degradados.
Entonces, la próxima vez que explore los senderos verdes de nuestro refugio costarricense, esté atento al llamado inquisitivo y busque un destello plateado entre las hojas. Quizás tenga la suerte de ver a la Tityra Cabecinegra, un ave tan hermosa como intrigante.
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.
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