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Encuentro con el encantador sigiloso: el Tyran Pechillirrojo en las montañas de Costa Rica

En las altas montañas de Costa Rica, donde el aire es fresco y el abrazo esmeralda de la selva tropical se vuelve más tenue, habita una joya poco vista: el Tyran Pechillirrojo (también conocido como Tyran de Nutting). Este miembro de la familia de los tiránidos puede ser difícil de observar, pero su presencia agrega una intriga melódica a su aventura de observación de aves en nuestro refugio de montaña en Costa Rica.

Un maestro del camuflaje:

El Tyran Pechillirrojo, que lleva el nombre del zoólogo Charles Cleveland Nutting, luce un plumaje que se integra perfectamente a su entorno. Imagine un marrón oliva en las partes superiores, que se oscurece en la cabeza y la cresta. La parte inferior revela un toque sutil de amarillo en el vientre, aún más velado por un pecho grisáceo. Incluso las plumas de la cola, aunque están terminadas en rufous, mantienen un tono general apagado.

Si bien estos colores proporcionan un excelente camuflaje entre las hojas y las ramas, un destello de rufous en las alas y una apariencia general ligeramente más brillante en comparación con especies similares de tiránidos podría brindarle un vistazo fugaz.

Escuche atentamente sus cantos distintivos:

Como el Tyran Pechillirrojo es un experto en el arte de esconderse a simple vista, su mejor opción para detectarlo radica en sus vocalizaciones. Este pequeño cantor tiene un repertorio distintivo, con dos variaciones principales según la subespecie.

La forma que se encuentra comúnmente en Costa Rica, el Tyran Pechillirrojo (Myiarchus nuttingi nuttingi), es conocido por su agudo llamado «wheek» y un «kwidik-kwidik» quejumbroso.

La otra subespecie, el Tyran de Ridgway (Myiarchus nuttingi inquietus), que tiende a preferir los setos y las áreas semiabiertas más al sur de Centroamérica, tiene un conjunto de cantos diferente, con una nota «wh’beer» y una secuencia rápida de «dee-dee-dee-dee».

Un residente de hábitats diversos:

El Tyran Pechillirrojo prospera en una sorprendente variedad de ecosistemas. Aquí, en las montañas de Costa Rica, es posible que lo vea revoloteando entre los árboles del matorral semiárido del desierto. Pero su rango de distribución también se extiende a los bosques tropicales secos, lo que lo convierte en un posible avistamiento en gran parte del país.

Un vistazo al mundo oculto:

Si bien el Tyran Pechillirrojo puede no ser el ave más llamativa que verá en su retiro en Costa Rica, su naturaleza reservada y sus cantos únicos agregan una capa de intriga a sus encuentros con la vida silvestre. Mantenga los oídos atentos a sus vocalizaciones distintivas y, con un poco de paciencia, podría ser recompensado con un vistazo a este encantador habitante de las montañas costarricenses.

Consejos para observar al Tyran Pechillirrojo:

  • Temprano en la mañana es el mejor momento para la observación de aves, ya que están más activas.
  • Concéntrese en áreas con árboles y arbustos, su hábitat preferido.
  • Preste atención a los sonidos, especialmente a los gritos «wheek» o «wh’beer».
  • Lleve binoculares para ver mejor si lo divisa posado en una rama.

Siguiendo estos consejos y manteniendo los ojos bien abiertos (¡y los oídos atentos!), quizás tenga la suerte de agregar al Tyran Pechillirrojo a su lista de aves de Costa Rica.

¡Disfrute de la observación de aves en nuestro refugio de montaña!

Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.

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