Aquí en nuestro retiro de montaña costarricense, nos enorgullecemos de estar rodeados de un vibrante tapiz de aves. Desde los deslumbrantes tucanes hasta los escurridizos quetzales, nuestro refugio ofrece una sinfonía de plumas y cantos. Pero hoy, dirigimos nuestra atención a un invitado bastante inesperado: el pato Mallard.
Sí, ¡leyó bien! El pato Mallard, un ave común en muchas partes del mundo, también se puede encontrar en Costa Rica, aunque con una salvedad. La lista oficial de observación de aves de Costa Rica clasifica al pato Mallard como una «especie accidental». Esto significa que su presencia es rara y no se considera parte de la población de aves nativas.
Entonces, ¿cómo llegó este pato familiar a nuestro paraíso montañoso? Hay un par de posibilidades. Los patos Mallard son conocidos por sus fuertes instintos migratorios, y es concebible que un individuo perdido se haya desviado de su ruta habitual y se haya encontrado en las tierras altas de Costa Rica. Alternativamente, podría ser un fugitivo de una colección privada o un zoológico.
Si bien el pato Mallard podría no ser un residente nativo costarricense, su aparición ocasional agrega un toque de intriga a nuestras experiencias de observación de aves. Este pato adaptable prospera en diversos hábitats de agua dulce, incluidos lagos, estanques e incluso arrozales inundados. Aquí en el retiro, tenemos un pequeño estanque artificial que podría servir como refugio temporal para un pato Mallard cansado.
Identificando al Pato Mallard
Para aquellos que no están familiarizados con el pato Mallard, es un pato de tamaño mediano con un dimorfismo sexual distintivo. Los machos, también llamados «dracos», son un espectáculo digno de contemplar. Lucen una cabeza verde esmeralda brillante con un collar blanco y un pico amarillo vivo. Su pecho es de un marrón castaño intenso, y su cuerpo es principalmente gris con detalles en blanco en las alas y la grupa. Las hembras, o «patas», son considerablemente más opacas. Por lo general, son de color marrón con patrones moteados y una característica mancha naranja alrededor de la base del pico.
Comportamiento del Pato Mallard
Los patos Mallard son patos dabeadores, lo que significa que se alimentan inclinando su cuerpo hacia adelante en aguas poco profundas y mordisqueando plantas acuáticas, semillas e insectos. También son bastante ruidosos, los machos emiten un fuerte «cuaac» y las hembras un «cuaac-cuaac» más suave.
Un Encuentro Raro
Avistar un pato Mallard en nuestro retiro de montaña es un placer inusual. Pero incluso un breve vistazo a este visitante inesperado puede ser una sorpresa deliciosa. Es un recordatorio de que el mundo natural está lleno de maravillas, e incluso las criaturas familiares pueden encontrarse en lugares desconocidos.
Entonces, la próxima vez que esté en nuestro refugio costarricense, mantenga los ojos bien abiertos en busca de un destello de verde esmeralda entre las aves residentes. Tal vez tenga la suerte de encontrarse con el pato Mallard, un testimonio de la fascinante diversidad de vida que prospera en el abrazo de nuestras montañas.
Para obtener más información, consulte nuestra guía completa sobre las aves de Costa Rica.
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